Según Los Expertos...
Características generales:
El stop-motion es una actividad divertida que implica fotografía y manipulación de objetos para reproducir el movimiento. El taller es apto para niños a partir de 8 años que ya saben usar una cámara. Sin embargo, puede ser una actividad divertida también para niños más pequeños con el apoyo de un adulto. Los dibujos, el uso de plastilina, las ceras de colores y la construcción de escenas y cómics son útiles para el desarrollo de la destreza manual, así como para expresar emociones y fomentar la creatividad de cada niño. La secuencialidad de las escenas dibujadas y el encuadre favorecen el desarrollo de la orientación espacial y temporal. El taller de stop-motion combina, por lo tanto, fantasía, tecnología y creatividad.
Específicamente:
El curso se compone de diversas fases destinadas a la representación de una escena en movimiento. El niño puede utilizar varios materiales, como dibujos para representar fondos, plastilina para representar objetos y personajes. La actividad, además de favorecer habilidades cognitivas como la coordinación ojo-mano, estimula la fantasía y la creatividad de cada niño, donde los más pequeños pueden expresarse y divertirse construyendo cuentos y utilizando materiales que fomentan las habilidades motoras.
Para el uso de la aplicación, el movimiento del objeto en el espacio, así como para el encuadre, es importante que el niño haya adquirido habilidades espaciales (arriba-abajo, derecha-izquierda, cerca-lejos), esto permite un uso fácil para niños de primaria.
Al igual que las diversas formas artísticas, el stop-motion ayuda al niño a tomar conciencia del mundo que le rodea mediante la percepción del movimiento, así como de los diferentes materiales utilizados a través de los sentidos. Además, el taller posibilita la expresión de sí mismo y de sus emociones a través de la representación de una historia.
Habilidades:
- Atención y concentración.
- Fantasía.
- Emociones.
- Destreza manual.
- Orientación espacial y temporal.